El IDAE ha puesto en marcha el mapa de calor. Una herramienta que permite ubicar en el mapa de España las demandas estimadas de calor y frío de consumidores de todos los sectores de actividad, así como las instalaciones que pueden generar calor o frío residual, incluidas las que utilizan energía procedente de fuentes renovables.
Gracias a esta información, las Administraciones responsables de la política energética a nivel nacional, autonómico y local, y promotores de proyectos energéticos, pueden identificar zonas con potencial técnico para llevar a cabo proyectos de calefacción y refrigeración eficiente.
El mapa de calor se enmarca en las obligaciones que el artículo 14 de la Directiva 2012/27/UE de Eficiencia Energética, en su Anexo VIII, establece para los Estados Miembros de llevar a cabo una evaluación del potencial de uso de los sistemas de calefacción y refrigeración eficientes, de acuerdo con el Reglamento Delegado 2019/826. En el caso en que esta evaluación determine la existencia de potencial, cuyas ventajas superen a sus costes, los Estados deben adoptar las medidas necesarias para que se lleven a cabo infraestructuras de calefacción y refrigeración eficiente utilizando calor residual y energía procedente de fuentes renovables.
De esta forma, el mapa incluye:
a) las zonas de demanda de calefacción y refrigeración, según criterios coherentes para centrarse en las zonas de densidad energética de los municipios,
b) las instalaciones existentes y planificadas que pueden generar calor o frío residual:
Instalaciones térmicas de generación de potencia térmica superior a 50 MW
Instalaciones de cogeneración de potencia térmica superior a 20 MW
Plantas de incineración de residuos
Instalaciones que utilizan fuentes de energía renovable de potencia térmica superior a 20 MW
Instalaciones industriales de potencia térmica superior a 20 M
c) Las redes de calefacción y refrigeración existentes y planificadas.
Conocer con exactitud las demandas de energía térmica de los distintos consumidores, nos permite dimensionar los proyectos a desarrollar de forma adecuada para aprovechar los recursos disponibles y obtener los mayores beneficios económicos y medioambientales.
Por tanto, avanzar en el desarrollo del potencial de la calefacción y refrigeración eficiente servirá para reducir nuestra dependencia energética ya que disminuirá significativamente la demanda de combustibles fósiles al valorizar calores residuales que, de otra manera, no se aprovecharían para satisfacer demandas de calor y frío económicamente justificables.
Cabe destacar que los datos utilizados para la elaboración de esta herramienta son el resultado de determinadas estimaciones e hipótesis, al no contar con datos estadísticos específicos de demanda de calefacción y refrigeración en nuestro país. Por tanto, la utilización del mapa de calor no evita la realización de estudios complementarios en aquellas zonas donde se estudie la realización de determinados proyectos energéticos.
Fuente: Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.
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